sábado, 5 de febrero de 2011

Circense

Dejar de columpiarte por mi frente
de ceja en ceja en inmortales lazos
eres tan saltimbanqui que sin brazos
aterrizarme puedes y aunque ausente

sin pies y sin sonrisa nuevamente
tan nítida tan carne en mis abrazos
te vuelvo en hipotéticos zarpazos
entre cartas y saltos tan presente

casi olvidada de las cicatrices
que dejaste en mi cuerpo del recuerdo
triste con la alegría de tu vuelta

tengo otro rizo para que lo rices
deshaciendo el olvido que no muerdo
y aunque fuese pecado estás absuelta


Saltimbanqui, fotografía de nattydreaddd en flickr bajo licencia CC

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