Lo puedes abrir todo que no quedan
en mi casa secretos ni puertas para ti
sólo la tentación de los espejos creerme que repetido
en mujeres de antes y otros besos
acaso más sencillos pero nada
que se recuerde tras tus ojos
ni el tacto de esas sábanas de esas fieles camisas
que dan forma a mi estatua
mientras que te decides a quedarte
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