viernes, 4 de febrero de 2011

Crónica de gángsters (Tres)

Estupro una colilla entre mis dedos sádicos
al compás de la música de este pie pendulón
en los mares más rubios de rubias calabazas
donde te beso con la b del bar
y mi boca de riego
sobre la música sobre los gángsters
y las mujeres de los gángsters
yo también con sombrero gabán y metralleta
traje a rayas de haberme corrompido
con el jazz y la tarde te esperaba
envuelta en perlas redondita
engarzada en el hilo de mi angustia
tus blancos brazos de pastelería
de chocolate tus ojeras



































Gangster, fotografía de Ay Kless en flickr bajo licencia CC

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